Pyme más rentable en Francia
Véronique Gardonier creó Charlott’ hace 19 años con 15.000 euros. Hoy gana 33 millones de euros, emplea a 3.500 personas y prevé crear 100 puestos en España.
"Toc. Toc. Charlott’ llama a tu puerta". Como Avon, sólo que en versión francesa, además de vender productos también ofrece empleo a quien lo desee. Lo de que el trabajo no va a venir a casa a buscarte en el caso de la pyme más rentable de Francia. Véronique Gardonier creó Charlott’ hace 19 años con 15.000 euros, y hoy ya emplea a 3.500 personas y gana 33 millones de euros.
"Ser la pyme más rentable del país es un orgullo, una recompensa por el trabajo de equipo que hacemos desde hace casi dos décadas", afirma a Expansion.com esta empresaria nacida en Lyon. Charlott’ vende lencería a domicilio. Sus chicas –como ella llama a sus vendedoras– organizan veladas al estilo Tupperware o Avon en las que buscan comercializar sus colecciones y reclutar más vendedoras entre sus clientes.
Esta dietista, que trabajaba como asesora en farmacias para una multinacional, descubrió su verdadera vocación durante una de estas reuniones de venta a domicilio. "Me encantó el concepto. Me di cuenta de que era una fórmula que te permitía construir tu futuro profesional como emprendedor y me involucré en el sector", dice.
Investigar el mercado
Comenzó a investigar, a sondear el terreno en el que se comercializa casi de todo. "Me gustaba la idea pero no el producto. Entonces se vendían cosméticos, joyas, ropa… Pero yo me di cuenta de que ninguna de las empresas ofrecía lencería, a pesar de que se trata de un importante mercado en Francia, pues la ropa interior representa el 20% del presupuesto que gastamos en ropa".
Comenzó a investigar, a sondear el terreno en el que se comercializa casi de todo. "Me gustaba la idea pero no el producto. Entonces se vendían cosméticos, joyas, ropa… Pero yo me di cuenta de que ninguna de las empresas ofrecía lencería, a pesar de que se trata de un importante mercado en Francia, pues la ropa interior representa el 20% del presupuesto que gastamos en ropa".
Así nació Charlott’. Véronique, que solo tuvo hijos varones, siempre pensó si tenía una niña en llamarla Charlotte. De ahí el apelativo, al que le falta la "e" final porque, según explica, la de su empresa es "una historia sin final, porque éste lo escriben las chicas, las vendedoras". Su retoño es hoy una de las pymes con más reputación del país. La más rentable, según la clasificación de la revista Entreprise. Tiene un beneficio del 30% y este año, calcula la orgullosa madre, sus ventas habrán crecido un 20%. "No conocía el producto ni el mercado, pero me involucré con pasión. Estaba tan excitada que empecé a contratar como una loca", relata.
Sus chicas (aunque también hay varones) trabajan por su cuenta, en grupos que reciben comisiones premium en función de las ventas y de si consiguen sumar nuevas empleadas a sus filas. No todo son mujeres, en los equipos también hay parejas.
Además, Véronique emplea a creativas de moda, que son quienes diseñan las prendas. "Son estilistas de prestigio, que han ganado concursos. El secreto del éxito de Charlott’ es precisamente ése: que nos encargamos de todo el proceso, desde la fabricación hasta que vamos a la casa del cliente. Se trata de un recorrido completo", asegura.
En España
Según explica, en su modelo de negocio todos ganan: por un lado el cliente, pues al no haber intermediarios las prendas son más baratas. El vendedor y las estilistas reciben "generosas comisiones" y la empresa, al no haber intermediarios, también obtiene mayores beneficios.
Según explica, en su modelo de negocio todos ganan: por un lado el cliente, pues al no haber intermediarios las prendas son más baratas. El vendedor y las estilistas reciben "generosas comisiones" y la empresa, al no haber intermediarios, también obtiene mayores beneficios.
Charlott’ está en 10 países y ahora va a instalarse en España, donde espera crear 100 puestos de trabajo este año.
El mes que viene comenzarán con el reclutamiento. "Buscamos personas que quieran trabajar de manera independiente pero que no tengan los medios para crear su empresa".
Las interesadas pueden postularse en la dirección contact-export@charlott.fr.
"A pesar de la crisis tengo fe en el mercado español, por eso vamos a invertir en este país. Quiero ayudar a la gente. La ropa interior es un producto necesario. Es un mercado enorme porque todo el mundo la usa", justifica. "Queremos ser un ejemplo de rentabilidad, pero también de buena dinámica, que permita a la gente avanzar, trabajar. Los jóvenes deben soñar, tener proyectos y crear", añade.
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