Los diez argumentos que convencen a un inversor

Los diez argumentos que convencen a un inversor


21.08.2012 Arancha Bustillo. [Diario Expansión]
Estar comprometido con el proyecto, saber detectar nuevas oportunidades, rodearte de un buen equipo y contar con conocimientos financieros son algunas de las razones que enamoran a un ‘business angel’.
Seducir a un inversor para poner en marcha un proyecto no sólo vale una idea. Para encontrar a tu media naranja empresarial es necesario contar con algunas aptitudes y “saber transmitir pasión real por tu proyecto”, asegura Alejandro Suárez Sánchez-Ocaña, emprendedor y business angel.
Según Mola.com, incubadora y aceleradora de proyectos de Internet, hay diez cualidades que todo emprendedor debería poseer para conseguir financiar su idea:
Irradiar energía. Debes demostrar que cuentas con la potencia y la constancia necesarias para llevar a cabo el proyecto.
Aprender a vender bien la idea. Practicar en voz alta puede ser muy útil, como también participar en ponencias o ensayar ante los amigos: el empresario tiene que convertirse en el mejor comercial de su firma.
Rodearte de un buen equipo. O lo que es lo mismo, atraer talento. Cuanto mejores sean tus colaboradores, mayor confianza y credibilidad despertarás.
Céntrate en tu proyecto. Dedícale todo tu tiempo y demuestra que eres el primero en creer en tu idea. Los inversores confían más en aquellos que dirigen todo su esfuerzo a una sola cosa.
Aléjate de tu zona de confort. Demuestra que estás dispuesto a sacrificarte por tu propio negocio. Antes que cualquier inversor, tú eres el primero que debe apostar por ti mismo y, si se requiere, renuncia a las comodidades alcanzadas hasta la fecha.
Conoce tu sector y ten visión. Es imprescindible dominar el campo en el que vas a abrir tu negocio para detectar las buenas oportunidades y rechazar las malas ideas.
Mantén el equilibrio entre optimismo y realismo. Es necesario ser positivo para hacer frente al día a día, pero sin levantar los pies del suelo.
Hazte experto de las métricas. Debes conocer todas las características de tu negocio para demostrar que sabrás gestionar la inversión recibida.
Sé ambicioso. Piensa a lo grande. No te quedes en la anécdota.
Demuestra experiencia. Tienes que demostrarle a tu posible socio capitalista que tienes trayectoria en el mundo empresarial, comentándole tanto tus éxitos como tus fracasos.
Estos diez mandamientos suponen una base importante a la hora de convencer a un business angel. Sin embargo, “es muy raro que una persona cumpla todas estas características. Además, al inversor no le gusta apostar por un one-man-show”, asegura Sébastien Chartier, consejero delegado de Creaventure y fundador del Salón MiEmpresa.
Más allá de las cualidades del nuevo empresario, el financiador prestará especial atención a la necesidad que cubra la propuesta del emprendedor, las ventajas competitivas, la correcta estrategia en su desarrollo y si va a crear valor para el accionista.
No se debe olvidar que, “aunque los business angel cada vez están más colegiados y mejor formados, cada uno arriesga su dinero cómo y dónde quiere y, en ocasiones, de manera poco lógica”, advierte Alejandro Suárez Sánchez-Ocaña. Por esta razón, presentar el proyecto a un inversor requiere pericia y un trabajo de backoffice. No vale con saber que se cuenta con una buena idea y lanzarla sin más. Suárez Sánchez-Ocaña aconseja trabajar muy bien la propuesta y la manera de presentarla; así como señalar ejemplos internacionales que demuestren que el sector es de alto crecimiento y viable y, sobre todo, explicar y demostrar al inversor cuándo, dónde y cómo podrá salirse de la compañía y con qué ganancias.
También es importante saber a quién le estás presentando tu proyecto. No todos los inversores valen para todas las ideas de negocio. Chartier recomienda buscar al financiador ideal, conocer su perfil: “Es un error presentar una iniciativa empresarial a un inversor que ya está metido en un proyecto similar, ya que sería competencia directa”.
Contar con la psicología necesaria para saber tratar con el inversor que evaluará la idea y decidirá si invertir en ella es importante. También lo es sentir pasión por el proyecto que quieres vender y disponer de la formación adecuada. En el fondo, y como bien recuerda Alejandro Suárez Sánchez-Ocaña, “somos personas y cada uno responde a motivaciones diferentes”.

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