Los diez argumentos que convencen a un inversor
Los diez argumentos que convencen a un inversor
Estar comprometido con el proyecto, saber detectar
nuevas oportunidades, rodearte de un buen equipo y contar con
conocimientos financieros son algunas de las razones que enamoran a un
‘business angel’.
Seducir a un inversor para poner en marcha un proyecto no sólo vale
una idea. Para encontrar a tu media naranja empresarial es necesario
contar con algunas aptitudes y “saber transmitir pasión real por tu
proyecto”, asegura Alejandro Suárez Sánchez-Ocaña, emprendedor y business angel.
Según Mola.com, incubadora y aceleradora de proyectos de Internet,
hay diez cualidades que todo emprendedor debería poseer para conseguir
financiar su idea:
Irradiar energía. Debes demostrar que cuentas con la potencia y la constancia necesarias para llevar a cabo el proyecto.
Aprender a vender bien la idea. Practicar en voz
alta puede ser muy útil, como también participar en ponencias o ensayar
ante los amigos: el empresario tiene que convertirse en el mejor
comercial de su firma.
Rodearte de un buen equipo. O lo que es lo mismo, atraer talento. Cuanto mejores sean tus colaboradores, mayor confianza y credibilidad despertarás.
Céntrate en tu proyecto. Dedícale todo tu tiempo y
demuestra que eres el primero en creer en tu idea. Los inversores
confían más en aquellos que dirigen todo su esfuerzo a una sola cosa.
Aléjate de tu zona de confort. Demuestra que estás
dispuesto a sacrificarte por tu propio negocio. Antes que cualquier
inversor, tú eres el primero que debe apostar por ti mismo y, si se
requiere, renuncia a las comodidades alcanzadas hasta la fecha.
Conoce tu sector y ten visión. Es imprescindible
dominar el campo en el que vas a abrir tu negocio para detectar las
buenas oportunidades y rechazar las malas ideas.
Mantén el equilibrio entre optimismo y realismo. Es necesario ser positivo para hacer frente al día a día, pero sin levantar los pies del suelo.
Hazte experto de las métricas. Debes conocer todas las características de tu negocio para demostrar que sabrás gestionar la inversión recibida.
Sé ambicioso. Piensa a lo grande. No te quedes en la anécdota.
Demuestra experiencia. Tienes que demostrarle a tu
posible socio capitalista que tienes trayectoria en el mundo
empresarial, comentándole tanto tus éxitos como tus fracasos.
Estos diez mandamientos suponen una base importante a la hora de
convencer a un business angel. Sin embargo, “es muy raro que una persona
cumpla todas estas características. Además, al inversor no le gusta
apostar por un one-man-show”, asegura Sébastien Chartier, consejero
delegado de Creaventure y fundador del Salón MiEmpresa.
Más allá de las cualidades del nuevo empresario, el financiador
prestará especial atención a la necesidad que cubra la propuesta del
emprendedor, las ventajas competitivas, la correcta estrategia en su
desarrollo y si va a crear valor para el accionista.
No se debe olvidar que, “aunque los business angel cada vez están más
colegiados y mejor formados, cada uno arriesga su dinero cómo y dónde
quiere y, en ocasiones, de manera poco lógica”, advierte Alejandro
Suárez Sánchez-Ocaña. Por esta razón, presentar el proyecto a un
inversor requiere pericia y un trabajo de backoffice. No vale con saber
que se cuenta con una buena idea y lanzarla sin más. Suárez
Sánchez-Ocaña aconseja trabajar muy bien la propuesta y la manera de
presentarla; así como señalar ejemplos internacionales que demuestren
que el sector es de alto crecimiento y viable y, sobre todo, explicar y
demostrar al inversor cuándo, dónde y cómo podrá salirse de la compañía y
con qué ganancias.
También es importante saber a quién le estás presentando tu proyecto.
No todos los inversores valen para todas las ideas de negocio. Chartier
recomienda buscar al financiador ideal, conocer su perfil: “Es un error
presentar una iniciativa empresarial a un inversor que ya está metido
en un proyecto similar, ya que sería competencia directa”.
Contar con la psicología necesaria para saber tratar con el inversor
que evaluará la idea y decidirá si invertir en ella es importante.
También lo es sentir pasión por el proyecto que quieres vender y
disponer de la formación adecuada. En el fondo, y como bien recuerda
Alejandro Suárez Sánchez-Ocaña, “somos personas y cada uno responde a
motivaciones diferentes”.
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