Crea un buen equipo para que triunfes en tu proyecto


[Diario Expansión]10.08.2012Ángela Méndez. 
 
Polivalencia, ilusión y ganas de buscar y desarrollar nuevos proyectos son las aptitudes que debe reunir un grupo de éxito. Para alcanzar los objetivos, la pieza clave es un líder que implique al equipo.

Las personas son lo más importante de una organización”. Esta frase tan de libro de gestión y a veces tan manida es, sin embargo, cierta y con plena vigencia. Porque un buen equipo de profesionales puede sacar adelante un proyecto regular, mientras que un grupo mediocre no será capaz de hacerlo con una iniciativa excelente. Yago Arbeloa, presidente de la Asociación de Inversores y Emprendedores de Internet (AIEI), insiste en que es tal la importancia de un grupo que cuando se apuesta por una nueva iniciativa, en realidad se hace porque se cree en las personas que lo van a desarrollar”. En el caso de que se trate de una nueva empresa, la relevancia es aún mayor: “Hay que tener presente que el socio capitalista invierte si está convencido de que el equipo que está al frente va a ejecutar de forma diferencial lo que se han propuesto”, dice Arbeloa.


Construyendo equipo
 
El primer paso para lograr que un proyecto triunfe es crear un equipo que, como puntualiza Enrique de Mora, experto en organización empresarial, “no es sólo un grupo de personas que trabajan juntas. Son profesionales con capacidades complementarias que se comprometen a cumplir un propósito común y a alcanzar unos resultados concretos con un enfoque único”.

La cuestión es averiguar qué habilidades y competencias debe reunir el conjunto de colaboradores y cómo gestionarlo. La dinámica del mercado laboral ha hecho que los empleados polivalentes y con gran capacidad de adaptación a distintas circunstancias sean los perfiles más buscados. Los responsables de un grupo de trabajo –ya sea dentro de una gran compañía o de un proyecto propio– necesitan personas multifuncionales, que no tengan miedo al cambio y que sepan moverse en la incertidumbre. David Alva, presidente de la Confederación Española de Jóvenes Empresarios (Ceaje), destaca que “también es esencial delimitar las funciones de cada departamento y de cada empleado, de manera que cualquier profesional se responsabilice de sus tareas, con sus aciertos y sus errores”.


De Mora opina que “el trabajo en equipo tiene que construirse sobre tres aspectos básicos: 
  • Objetivo (qué se quiere conseguir), 
  • Roles (qué se espera de cada miembro del clan) y 
  • Procedimientos (cómo coordinar el trabajo conjunto)”. 
La creatividad y la innovación son capacidades imprescindibles que se despiertan cuando el profesional siente que se cuenta con él, que es parte del proyecto, y observa que su esfuerzo da resultados y que éstos son valorados por el resto de compañeros y por los jefes.

Combinar personalidades para crear un equipo eficaz es todo un arte. Hay que saber manejar los egos de unos y la pasividad de otros. 

El papel del líder como impulsor es vital. Lotfi El Ghandouri, fundador de Creative Society, señala que “el nexo de unión que dará los mejores resultados es generar siempre nuevos retos”. Hay que incitar a todos los empleados a buscar metas.

El superior tiene que plantear nuevas misiones que acometer para que el grupo de trabajo esté vivo y en continuo movimiento. “Así se crearán equipos de alto rendimiento, que tienen una necesidad casi genética de mejorar sus procedimientos inventado métodos nuevos continuamente. Entrando en lo que puede llegar a llamarse una rutina de innovación”, señala De Mora.


Pautas para aprender a implicar a tus empleados
 

La implicación siempre parte de uno mismo. La persona que no quiera participar en un proyecto no lo hará, salvo que cambie de opinión. Alfonso Alonso, socio director de ADS Consultant, considera que “éste es uno de los principales retos de un jefe: analizar las causas que pueden hacer que un trabajador se implique y dé lo mejor de sí mismo. El directivo debe crear un entorno donde cada individuo crezca profesionalmente. De esta manera se activa el ‘quid pro quo’: si el jefe le da el motivo, el empleado encuentra su motivación”.

 
La comunicación directa y bidireccional es una herramienta fundamental. Un ambiente distendido facilita la libre expresión de ideas y opiniones.


Para aprender a involucrar a los empleados, Silvia Damiano, autora de Implícame, recuerda que “el jefe tiene que conocer las fortalezas de sus colaboradores. Debe dedicar tiempo a descubrir cómo es cada empleado, como profesional y como persona. Sus gustos, sus inquietudes y sus necesidades… Esto le permitirá establecer un nivel de confianza que es crucial para el desarrollo de una empresa”.
Javier Echaleku, empresario y emprendedor, advierte de que “como jefe no debes tener miedo a que tus empleados sepan más que tú. El ego de creerse el mejor, y de pensar que eres el que más sabe, limita la capacidad de crecer en la empresa y anula por completo la competitividad de la misma en el mercado”.

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