Las fórmulas mágicas del MIT para crear nuevas compañía


[Diario Expansión]

31.10.2012 VALENCIA Julia Brines

Este experto en el impulso de nuevos negocios distingue entre los empresarios locales y los innovadores, que tienen necesidades distintas.

Bill Aulet (Nueva York, 1957) es director del Centro de Emprendedores del Massachusetts Institute of Technology (MIT) de Boston, uno de los más reputados viveros de creación y aceleración de empresas. Después de lanzar varias compañías desde ese centro en los años noventa –unas con éxito, otras, no– ahora lleva sus riendas desde hace cuatro años. Uno de los lugares donde mejor se palpa la realidad de lo que significa crear un negocio.
Ha estado unos días en Valencia en el programa Valencian Global Growth, un mecanismo de aceleración de empresas que se desarrolla de la mano del gobierno regional. Varios días encerrado con once emprendedores valencianos cuyas compañías ya llevan una trayectoria de varios años y que han sido premiados con este programa, que promete un objetivo: multiplicar las ventas por veinte en cinco años.
¿Es esto posible? Para Aulet, “ése es el crecimiento potencial. Si logran vender en los mercados globales, seguramente lo van a conseguir. Tal como lo hacen ahora, no. No todas lo van a lograr, pero sí algunas de ellas. Ése es el objetivo. Si creamos tan sólo una gran compañía aquí, creamos miles de empleos. ¿Es alcanzable? Rotundamente, sí. Y lo vemos constantemente”. Ante tan tajante respuesta, sólo cabe preguntarse por las posibilidades estadísticas. ¿Cuál sería un ratio de éxito alcanzable, según su experiencia? “Un 25% sería un buen ratio. Puede ser algo más o menos. Pero lo bueno es que cuando se empieza, inspiras a otra gente, y es entonces cuando creas un clúster”.
“En EEUU hemos de aprender que se puede ser empresario y tener equilibrio con la vida familiar”
Para Aulet, hay un elemento clave a la hora de impulsar la creación de empresas, y es distinguir entre los dos tipos de emprendedores. Él los separa en SME –acrónimo del ingléssmall medium entrepreneuship– y los IDE –innovation driven entrepreneurship–. “Los SME sólo crean pequeñas compañías, que se quedan pequeñas y venden a sus mercados locales. Los IDE son la gente que vende al mercado global. Estas empresas requieren mucha más paciencia, mucho más capital, alta cualificación…Y se necesitan las dos, pero ahora en España se precisan IDE, porque es donde está la gran creación de empleo. A menudo los países sólo ven ‘éste es un emprendedor’, y ponen en marcha programas para ambos. Pero hay que distinguir, porque los IDE necesitan mucho más”.
Aulet dibuja a mano dos gráficas de abcisas y ordenadas. Los SME, según su teoría, pueden llevar una tendencia de crecimiento de su cash flow en positivo desde el primer momento, y crecerán poco a poco. Según su segunda gráfica, los IDE tendrán cash flow negativo en los primeros momentos pero después, cuando entran en positivo, tienen un crecimiento mucho más empinado.
Explica que por ello los IDE “necesitan dinero para la primera fase porque requiere innovación. Y hay mucha diferencia entre unos y otros”.
“Aquí faltan modelos de emprendedores y mejor tolerancia al fracaso en los negocios”
Españoles/americanos
Aulet ha estado trabajando en Valencia con empresarios ligados de alguna manera a la tecnología, y ha podido apreciar cómo se emprende aquí y cómo en Estados Unidos. “En España, el grupo IDE tiene muy buena tecnología, pero tienen que convertir tecnología en negocio. Hay una gran diferencia entre ambos. Por ejemplo, Apple es un buen negocio, la tecnología viene de Xerox”.
En cuanto a la cultura emprendedora en uno y otro lugar, ve varias diferencias. “Lo primero, aquí no tienen grandes modelos de emprendedores. Si tienes un buen jugador de baloncesto, todos los niños quieren ser jugadores de baloncesto. Pero aquí, mucha gente va a buenas universidades y, ¿cuál es su máxima aspiración? Trabajar para el Gobierno. Eso no es así en Estados Unidos. Quieren ser empresarios. Otra diferencia es la percepción del fracaso. Mi primera empresa fue un fracaso, pero fue bueno, aprendes mucho”.
En el lado positivo, valora el equilibrio vital que observa en España. “Hay cosas buenas de las que nosotros debemos aprender, como a ser un buen empresario y tener un equilibrio con tu vida familiar. España hace eso bien, pero en ocasiones va demasiado lejos. A veces en Estados Unidos somos adictos al trabajo. ¿Dónde está el equilibrio? Algunos emprendedores quieren trabajar todo el tiempo, y eso no es necesario. Yo tengo cuatro hijos, y soy muy feliz”
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