Cuatro fases en la gestión de fortaleza
02.11.2012
Ángela Méndez
1. Identifica tus puntos fuertes. Haz un ejercicio de introspección, contempla el pasado y averigua en qué has destacado. Descubre también en qué aspectos sois buenos como equipo y como organización.
2. Define un sueño. Si eres bueno en algo, ¿a qué más podrías llegar si centras tus esfuerzos en ello? ¿Cómo afectaría ese cambio a tu entorno?
3. Encuentra tus barreras. Indaga sobre los aspectos emocionales que te frenan. Averigua cómo interpretas la realidad y en qué te centras. La clave para superarlas es tu voluntad.
4. Cambia los hábitos. El cambio en la forma de trabajar llegará antes si lo anclas sobre un sueño, defines un plan de acción y encuentras respaldo en el equipo. Así dibujarás un proyecto común.
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