Cuatro fórmulas para financiar un proyecto empresarial
[Diario Expansión]
Un emprendedor que quiera poner en marcha su idea
de negocio empresarial tiene distintas fuentes para conseguir capital,
desde los ‘business angels’ hasta el denominado ‘crowdfunding’.
Los proyectos empresariales en sus fases iniciales recurren,
normalmente, a las llamadas cuatro F’s: founders, es decir, los recursos
con los que cuenta el emprendedor; family, el dinero que pueda aportar
la familia; friends, el apoyo del círculo de amistades; y fools, los
recursos proporcionados por terceros. Este último grupo abre un abanico
de posibilidades que se debe conocer bien:
1 ‘Business angels’
Podrían definirse como personas con gran solvencia económica que colocan su dinero en empresas de nuevo cuño, y su contribución acostumbra a ser discreta.
Podrían definirse como personas con gran solvencia económica que colocan su dinero en empresas de nuevo cuño, y su contribución acostumbra a ser discreta.
Normalmente, los nuevos emprendedores tienen mayores posibilidades de
acceder al crédito a través de estos inversores particulares. Además,
su vocación de permanencia es temporal, no suele ir más allá de cinco
años –siete a lo sumo– y su presencia en el proyecto suele ser discreta.
En España existen la Red Española de Business Angels (Esban),
fundación privada integrada en la European Business Angels Network,
formada por más de 46 redes de 21 países y que agrupa a cinco redes
asociadas en España; y la Asociación Española de Redes de Inversores
Privados (Aeban), que engloba redes como Madri+d, BCN Business Angels,
CEEI-Alcoy, IESE o Impiva, entre otras.
Además, escuelas de negocios como IESE, IE y Esade también están
promoviendo el desarrollo de sus propias redes de inversores entre sus
antiguos alumnos, profesores y colaboradores.
2. Capital riesgo
Es una actividad financiera
desarrollada por entidades especializadas, que aportan capital (fondos
propios) de forma temporal (entre tres y cinco años) y generalmente
minoritaria, a empresas no financieras ni inmobiliarias y que no coticen
en primeros mercados de valores.
Tiene por objeto contribuir al desarrollo y expansión de la compañía
(capitalizarla, profesionalizarla y asesorarla) para que su valor
aumente.
Se puede acudir a la Asociación Española de Entidades de
Capital Riesgo, que dispone en su web de un buscador de firmas de este
tipo.
Según la etapa de desarrollo en la que se encuentre el emprendedor,
se puede clasificar el capital riesgo que requiere en: semilla (seed),
el que aporta recursos en una fase anterior al inicio de la producción
masiva; arranque (start up), necesario para el desarrollo inicial y
primera comercialización en empresas de reciente creación; otras fases
iniciales, que cubren el desfase de tesorería en firmas de reciente
creación que no han alcanzado el punto muerto; expansión, para financiar
el crecimiento de una compañía que ya tiene beneficios; y sustitución,
para la adquisición de acciones en poder de otra entidad de capital
riesgo u otros accionistas.
3.Financiación alternativa
Existen diferentes ayudas económicas y subvenciones para la creación de empresas o para su afianzamiento.
Es importante diferenciar entre las ayudas a fondo perdido –que no
hay que devolver y pasan a la contabilidad de la empresa como un
ingreso–, de los préstamos con condiciones especiales, bonificaciones y
reducciones de los costes de la Seguridad Social. No obstante, los
nuevos empresarios suelen quejarse de que muchas veces llegan tarde.
Hay subvenciones de los distintos gobiernos autonómicos –como Madrid,
Navarra o Asturias, entre otros– y de las entidades locales; planes de
apoyo del Gobierno central, como los préstamos a la internacionalización
de las pymes o el Plan Avanza para firmas de base tecnológica.
También hay numerosas ayudas de la Unión Europea, que cofinancia
especialmente proyectos sostenibles y transnacionales en actividades de
innovación e investigación, educación y formación, cultura y medios de
comunicación, con diferentes programas como Eurostars, Marco Polo II o
Media 2007; además de los fondos estructurales, como los Feder y el
Fondo Social Europeo, o programas para facilitar créditos, como Jeremie y
Jasmine.
Por otro lado, existen las sociedades de garantía recíproca, que
facilitan avales y garantías a las empresas interesadas para que éstas
puedan conseguir financiación de las entidades financieras.
Otras entidades que asesoran a los emprendedores para facilitar su
acceso a la financiación son las Cámaras de Comercio o asociaciones como
la de jóvenes empresarios (AJE), la de inversores y emprendedores de
Internet (AIEI) o la de emprendedores (ANDE).
Además, se ha abierto una nueva línea de financiación: el
crowdfundig. Se trata de plataformas especializadas en donaciones y
préstamos de particulares e inversores sin coste inicial. En España ya
funcionan Partizipa.com, Verkami.com y Fandyu.com.
4.Entidades financieras
No hay que olvidar los
canales tradicionales de financiación, como las entidades financieras,
aunque éstas tienen una aversión natural al riesgo que, con la crisis
financiera, se ha acentuado. Por eso, actualmente no suelen ser una
buena opción para los emprendedores noveles.
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